Dark Format

El Esclavizador

La nave penetro suavemente en la bahía de atraque de la estación y los garfios de seguridad quedaron anclados automáticamente, al mismo tiempo la rampa descendió para permitir el acceso a los tripulantes y sus preciadas mercancías. Los centinelas tras sus parapetos acorazados estan nerviosos, además de vigilar los vehículos externos deben custodiar las áreas de recepción del teletransportador por donde viaja la gran mayoría del tráfico de la red que accede a la estación. Sin embargo es en los vehículos externos donde radica el mayor riesgo, máxime que aquel no es un vuelo regular, es un vuelo pirata, y la posibilidad de que se infiltre el enemigo entre alguno de aquellos irregulares es muy alta.
Guardias en traje acorazado de combate y fusiles ametralladora escanean la documentación y carga de cada pasajero. Muy cerca en torres reforzadas hay artilleros que apuntan a todos y cada uno de los que ingresan a la estación. De pronto hay una alarma, un detector ha encontrado que la documentación es falsa, ¡Ahí esta el enemigo! . El tipo al ver fracasar su estratagema ha sacado una granada, va a zafar la anilla de retención, pero sobre él cae un torrente de nitrógeno líquido que lo congela en un témpano. La orden es terminante con el enemigo y el bloque de hielo es destruido.
Entre aquel caos alguien se ha colado, el escáner de los guardias no detecto nada anormal, ni en él, ni en su inocua carga, pero en cuanto alcanza las áreas tranquilas, relativamente sin vigilancia descompacta su camuflado equipo.
Una armadura de gráfito y kevlar servomotorizada con protección contra proyectiles de hasta calibre 12.7 mm, perforantes. Un casco con puntería holográfica y detectores ultrasensibles de radiación infrarroja, y mira nocturna de amplificación de luz residual. Pero la pieza estelar de su equipo es un rifle de tres cañones. El primero es un fusil automático calibre 7.62 mm con balas perforantes de alta energía cinética de uranio empobrecido con camisa de teflón que traspasará como mantequilla la mejor armadura que puedan poseer los centinelas. Bajo este caño un lanzagranadas de 40mm con cápsulas autopropulsadas de alto explosivo, perforantes y Flash-Bang, un tipo de granada paralizante por su sonido de 200 decibeles y su luz de cien mil candelas. El efecto deja paralizada a la víctima por algunos segundos, los suficientes para el emplear el tercer caño del arma: El Esclavizador.
El Escalvizador lanza dardos que depositan una dosis de veneno residual y una pequeña cápsula bajo la piel de la victima. La función de la cápsula es proveer un minúsculo y constante flujo de antídoto para evitar la muerte de la víctima. La cápsula es controlable a distancia y la víctima que no obedezca es simplemente privada del antídoto, con lo que el veneno la borra.
El Escalvizador cerro su casco y dejo que la presión se estabilizara dentro de su traje de batalla, cargo cartuchos en los tres disparadores y avanzo directo al control central de la estación.
Tres alarmas sonaron al mismo tiempo cuando detectaron al enemigo. Los centinelas avanzaron por las amplias vias de 64 carriles de la moderna estación, pero el Escalvizador esta a las puertas del control central, con breves y cortas ráfagas de 7.62 mm de su fusil ametralladora va eliminando uno a uno a los centinelas que no pueden hacerle daño con sus armas. Con el lanzagranadas vuela los cañones de nitrógeno con proyectiles perforantes y abre el acceso al control central. Otra granada, ahora paralizante inutiliza al personal. Los operadores desarmados conocen ya su suerte, es algo peor que la muerte, algo que los convertirá en piltrafas, pero algo que ya han padecido.
-- Nuestro dios es un imbécil, otra vez llego el enemigo -- blasfemo uno de ellos cuando vio que el guerrero le apunto y al instante siguiente le acertó un dardo.
El Esclavizador quedo muy complacido, nadie opuso resistencia, el control de la estación es suyo, aún faltaba llegar a la vital área de inicio, y tomar control del teletransportador que le permitiría viajar a los más recónditos lugares de la red. Pero es un buen inicio.
-- Nuestro Dios nos salvará -- le dijo lloroso el jefe de los operadores, responsable del correcto funcionamiento de la estación, y doliéndose por el dardo Esclavizador. Pero el guerrero rio burlón y despreciándolos se alejo hacia su siguiente objetivo.
-- Es un estúpido y es un necio, aunque sea nuestro dios -- maldijo otro de lo operadores sufriendo el veneno derrumbado sobre su pupitre de mando.-- Sabe que la naves piratas siempre traen esclavizadores y las sigue recibiendo.--
--Pero es nuestro dios y nos salvará -- dijo el jefe de la estación.
-- ¿ Y como va a saber que estamos en poder del enemigo ?--
-- Así -- En un acto de coraje, el jefe se arranco la cápsula, y en un instante el veneno lo corrompió y ante la vista de sus colaboradores quedo borrado.

En otra dimensión y tiempo, el "Dios" de la estación chillo:
-- ¡ Me lleva, otra vez la mugre computadora tiene virus ! --

 

 

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