Las Computadoras Acabarán con el Hombre...

El otro día visite a mi amigo Daniel en el hospital. El hombre tenia una pierna y un brazo roto, la mitad de las costillas sumidas, el cráneo fisurado y quemaduras y daños de diversa consideración, pero exudaba felicidad y sus ojos brillaban con la gloria del triunfo.
"La destrui a la maldita, acabe con la desgraciada, y eso que era una Pentium" me dijo remarcando la última palabra.
"Imagina lo que fue tres años, tres, de soportarla todas las mañanas burlándose de mi con su estúpida pantalla del cielo y la ventanita, tomándose el tiempo que le venia en gana pará iniciar, y cuando al fin abría pasaba Hernández, el cretino del jefe, y miraba el trabajo avanzado de los demás y a mi solo me dirigía una mirada de desprecio."
"Otra vez lento, verdad, pará variar Pérez, va bien así, lo felicito" me decía a diario y yo me esmeraba más, me apuraba más y en cuanto creaba algo verdaderamente marávilloso, creativo, de verdad una obra de arte, la desgraciada realizaba una "operacion no valida" y se cerraba echando todo al olvido. Ah pero en cuanto llegaba el soporte técnico, era ágil y veloz, todo lo hacia a la perfección, era un gata ronroneando.
Y era astuta amigo mío, muy astuta, a veces por días enteros me dejaba avanzar, parecía que se había reformado y cuando yo ya me había confiado, me perdía el archivo, completo, sin dejar rastro, ninguna huella. El de soporte ya me odiaba. Incrédulo meneaba la cabeza mientras yo impotente alegaba mi inocencia. No había hecho nada incorrecto pero nadie me creía.
El colmo llego con el proyecto maestro, un gran contrato. Ahí fue un mano a mano con la maldita máquina, Fui muy correcto, casi como un cirujano, opere con todas las precauciones y vencí sus argucias y vulgares trucos. Aplique todo; scaneos, vacunas, defragmentaciones, la memoria más despejada, el RAM más alto, no escatime nada, ese trabajo me reivindicaría.
Y el dia de entrega...zaz, borro todo el directorio. Pero no había problema, tenia yo otros directorios. Pero también estaban dañados. No me inquiete, fui por mi colección de disquetes de respaldo. Pero tampoco los leyó. Sentí que un escalofrío recorría mi espalda.
El de soporte mirándome con odio y desprecio reinstalo el programa. Yo de nuevo metí mis respaldos.
La versión en que fueron creados es incompatible, no es posible leerlos.
Ya no me repuse, me había derrotado. Hernandez me despido. pero con el ultimo aliento de voluntad, pedí a la muy maldita como "mi liquidación", y adivina, me fue concedida.
Ah dulce venganza, la lleve hasta mi apartamento, Ahí la conecte sin regulador. La muy desgraciada ya lo presentía por que se porto ágil y veloz, pero no se salvaría.
Sin piedad le di formato. Y no de la manera fácil, la asesine con un disk Manager. Luego, urge por mis cajones viejos y le cargue un DOS versión 5. nada de Windows, nada de misericordia, te imaginas el DOS 5. Y no pare ahí, le instale un Word Perfect 5.1. Ja, sentí como sufría la humillación. pero solo era el inicio. Retire uno a uno sus SIMMS, sin apagarla, hasta solo dejar uno y finalmente me lleve su ventilador, imagínate, el ventilador del CPU. Como lo disfrutaba. Por primera vez en años me fui a dormir contento.
Ah pero la muy desgraciada, espero a que durmiera pará hacer corto. la fuente se quemo alcanzo algunos papeles y creo un incendio. Cuando desperté estaba rodeado por el fuego, pero podía ver entre las llamas el monitor prendido de la desgraciada. Así que tome la escopeta de mi abuelo y de un tiro volé su odiosa pantalla y salte por la ventana. Fueron cuatro pisos, pero aquí estoy. Yo vivo y ella muerta. Je Je.

Yo pense que esta seria una historia de final feliz, pero mi amigo regreso a su departamento pará arreglar algo del seguro. Ahí sus muletas tropezaron y rodó por las escaleras desnucándose. Al parecer se atoro con un cable de CPU. Les digo que las computadoras acabarán con el hombre.